Ya decía Richard Feynman que "hay que tener la mente abierta, pero no tanto como para que se te caiga el cerebro al suelo". Me entretiene escuchar a Íker Jiménez, lo reconozco. Por un lado soy escéptico militante (y por lo tanto nada proclive a creerme sus "misterios"), pero por otro nadie es perfecto, y me divierte esa forma que tiene de vender las cosas (más bien de intentarlo), que suele seguir un patrón fijo:
- Una señora de Esparraguera (pongamos por caso) se encontró con una nave.... de la que bajó un ser verde de dos metros y medio de altura... y que por transmisión telepática le dijo que venía de los anillos de Saturno.
- No entramos en si es verdad o es mentira; admitimos que no es fácil de creer, pero... ¿y si fuera cierto? - En cualquier caso, sea cierto o no, ¡¡tenemos un misterio!!
Me divierte escucharlo - pero en pequeñas dosis. Encuentro que sus programas son demasiado superficiales como para divertir a un escéptico como yo. !Si por lo menos entrevistase a personas interesantes de verdad, portadoras de enigmas de los de poner los pelos de punta! - Me permito sugerir...
- ... a defensores de las teorías de tierra plana,
- ... a algún creacionista (puestos a pedir de "tierra joven", que mola más, y que plantease "misterios" tan apasionantes como los que aparecen aquí),
- ... a Jasmuheen (la australiana "new age" que dice llevar cinco años sin comer porque no lo necesita),
- ... a los inefables R. W. Bernard, Dianne Robbins y similares portentos científicos (que nos podrían iluminar a todos explicándonos sus teorías de que la tierra no solo está hueca, sino que además su interior es una inmensa base de OVNIs) o -aquí hay dudas- está habitada por civilizaciones avanzadísimas),
- ... o a algún orgón (que a esa hora los niños ya están dormidos, y se puede)
Pero no. Íker es bastante más local, y sea porque no le da el presupuesto sea porque su "target" es aún más cutre de lo que yo me imagino, a la hora de la verdad sus "grandes enigmas" no son tan "grandes": un policía municipal de Bollullos del Condado que cree que vio una luz en el cementerio municipal... cosa que confirma (¡uy, qué miedo!) un vecino de la zona, una casa en Almazán en la que los vecinos oyen ruidos... y en la que (¡oh, misterio! ¡oh, sospechosa casualidad!) hace 50 años murió un niño... Sólo misterios de medio pelo, de andar por casa; y a mi esos no me entretienen.
Quizás influya el hecho de que las veces que ha intentado resolver enigmas de los gordos, de esos que de verdad nos tienen preocupados a la mayor parte de los habitantes del planeta y cuya solución modificaría la historia de la humanidad (qué pasó con la Atlántida, quién construyó las pirámides DE VERDAD...) Íker ha pinchado en hueso. Algunas de sus principales "investigaciones" pasarán a la historia más triste del periodismo español, como el caso de las niñas del cementerio (en el que, que como bien se señala en el blog "El retorno de los charlatanes", todo era "más falso que un euro con la cara de Íker") o el patético caso del "cosmonauta fantasma", en el que vendió como "gran enigma" la invención artística de un fotógrafo catalán. Por cierto, que cuando se descubrió la metedura "a la Ana Rosa" del cosmonauta inexistente, en vez de retirarse a un monasterio budista (que es lo que habría hecho alguien con un poquito de vergüenza) lo achacó todo a una "leyenda urbana cósmica", ¡chúpate esa!.
¿Hay más meteduras? - Pues sí, me temo que hay más meteduras. En fin, siempre le quedará Roswell, que a fin de cuentas es un caso casi perfecto de falsificación retrospectiva por lo que cada año que pase será un enigma más enigmático y un misterio más misterioso. Si cabe.
Basta por hoy. Me voy a escuchar a Fríker.
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